I
Tanto le gustan a nuestra protagonista de hoy sus visitas a la Biblioteca, que nos contó una de sus tardes allí con un entusiasmo increíble. Ahora bien, no sé de qué me extraño, con la ilusión y la alegría que le pone ella a todo. Yo diría que Candela en lugar de nacer llorando, nació riendo. Y qué interesante, por otra parte, el realizar este tipo de actividades famililiares regularmente.