lunes, 26 de mayo de 2014

UN CONEJO POR AQUÍ

No hay cosa que pueda gustarme más que padres y niños consideren la clase como algo suyo y que acudan a ella con la naturalidad y confianza del que entra a su casa. Eso, precisamente, es lo que han hecho Regina y su mami. Han venido de buena mañana con su mascota, el conejito Ariel. ¿Hay algo que pueda gustarle más a los niños que un animalillo en clase? Probablemente, no. Su alegría, su miedo, su entusiasmo, su impaciencia por tocarlo hacen de la experiencia todo un acontecimiento tanto emocional como didáctico. Ariel, nos ha permitido repasar las vocales ( y poco que ha insistido Regina en que escribiera su nombre en la pizarra) los características de los mamíferos, la suavidad en el tacto, los colores gris y blanco, las necesidades de los seres vivos, etc. Pero, por encima de todo, nos ha permitido pasar un muy buen rato. Gracias familia.