Érase una vez, allá por septiembre de 2016, que 26 pequeñines llegaron por primera vez al Colegio de la Presentación de Granada. Ellos todavía no sabían que este lugar cambiaría sus vidas para siempre. Por eso muchos lloraban y lloraban, pero sus papis y su seño estaban convencidos de que no había un lugar mejor para ellos. Un lugar en el que el amor, el respeto, la tolerancia y la fe en sus infinitas capacidades sacará lo mejor de ellos. Un lugar en el que crecerán y soñarán juntos. Un lugar que cambiará sus llantos en risas. Un lugar en el que crecerán en autoestima, sabiduría y empatía.
El tiempo lo dirá. El tiempo los convertirá en personas tan íntegras y excepcionales
como el propio cole, sus padres y su seño desean.
@Antonianaca #somospresentación