Pero acercar las estrellas no es nuestra única misión. También nos acercamos como personas. Compartimos nuestras alegrías y a veces nuestras tristezas. Esta semana nos hemos sentido más cerca de Diego y su familia al sentir con ellos la grandeza de cumplir cuatro años de vida.
El día 27 a las 8 de la mañana me decía Beatriz: "estoy emocionada de pensar dónde estaba hace cuatro años a estas horas". Yo creo que esta sensación la hemos compartido todos los que somos padres. Mi trabajo, afortunadamente, me permite acompañaros en estos momentos felices y al mismo tiempo acompañar a los niños en sus celebraciones. En esta ocasión estaban todos deseosos de cantar el cumpleaños feliz y comerse a Piolín.