De nuevo, gracias a Amanda y a la paciencia de Ángela, recibimos en clase la visita de un cachorrillo de lo más tierno. Para delicicia de los niños pudimos acariciarlo, describirlo e imitarlo.
Aprovechamos, además, su presencia para realizar una rutina de pensamiento: "Compara-contrasta". Lo comparamos con un gatito: los dos son animales, necesitan cuidados, tienen pelo, cuatro patas, colita, dos orejas y son mamíferos. Encontramos diferencias significativas en cuanto a la talla que pueden alcanzar y en cuanto a los sonidos que emiten. Llegamos a la conclusión de que tanto perritos como gatos pueden ser excelentes animales de compañía, que sólo depende de las preferencias de cada uno. Pero este día ningún otro animal habría ganado la partida a nuestro pequeño dálmata.
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