Por una parte, la despedida de la seño Carolina, con toda la ilusión que le ha puesto al traer para nosotros churros, gusanitos y chuches. Pero ella tampoco se ha ido de vacío, porque los niños le han expresado, uno a uno, lo que sienten por ella: que es la mejor, que la quieren, que la van a invitar a su casa, que le van a hacer regalos, que es muy guapa y un sin fín de halagos. Posteriormente se han despedido de ella abrazándola por equipos. Pero no ha sido un adiós, ha sido un hasta siempre. Estamos seguros de que volverá, con su sigilo, su dulzura y su talento para la pintura a visitarnos. Nosotros le agradecemos todo su cariño, ayuda, disponibilidad y dedicación y le deseamos la mejor de las suertes.
Por otra parte, el momento Superlibro de Martita, que dejó atrás su timidez y sus silencios para contarnos de forma clara y rotunda un día en Sierra Nevada. Le encantó comerse un bocata en el maletero, lanzarse bolas de nieve y rodar en ella, con sus papis y su hermana, como croquetas. Tuvo que ser divertido, pero a mí lo que realmente me fascina es la superación de la niña. Cuánta evolución en un sólo año. Yo creo que cuando la semana pasada su madre nos regaló el osito con el lema del colegio para la clase, ya tenía la corazonada de que Martita bordaría su puesta en escena ¡Qué alegría tan grande!
Ay madre mia,vaya momentazos de verdad.Que suerte tenrmos de que nos toquen seños tan lindas.Claro esta,que tienen una buena referencia que les enseñe.Muchas gracias por todo seño Antonia.
ResponderEliminarMe ha encantado la entrada del superlibro de mi Martita,por.fin dejo sus silencios!!hip hip HURRAAAAA!!!!Muchos besos.GRACIASSSSS.
ResponderEliminarHurra!!!
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