Ayer, Día de la Paz, volvió al cole y pasó toda la mañana junto a nosotros a modo de despedida. Compartimos impresiones, actividades, juegos y rutinas del aula. Contó a los peques un cuento motor que les sirviera de transición de la acción a la calma, que estimulara en ellos la articulación del lenguaje, la respiración y que contribuyera a su coordinación visomotriz.
Nos ayudó además en todo porque la disponibilidad, la responsabilidad, la empatía y el cariño son características predominantes en su personalidad. Toda una suerte y una alegría, seño, el que formes partes de nuestras vidas.
Te queremos.
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